miércoles, 16 de abril de 2008

El amor a un "TÚ" como sentido de la vida


¿Qué es esto?


Nada más que un austero (e incluso burdo) análisis de una perspectiva de la vida y del amor que deseaba expresar. Este texto es un homenaje para alguien muy especial para mi y no tiene más finalidad que mostrar la importancia de su figura en mis reflexiones sin que ello excluya la posibilidad de aportar algo, aunque sea insignificante, a todo aquel que se anime a leer. Amigo lector, a partir de aquí eres libre de dejar la lectura o embarcarte en un improvisado viaje. Elijas lo que elijas realizarás un ejercicio de cordura.

Lo primero: la vida.

Cuando hablo aquí de “vida” hablo de la vida individual, el ejercicio continuo que realiza el ser humano en su existencia. Considero que tal ejercicio, muchas veces, se resume en la búsqueda de un sentido por el que ser realizado. Preguntarse “¿Quién soy yo?” es, hasta cierto punto, preguntarse por ese sentido.

Demos un sentido.

Para algunos la vida tiene un sentido determinado, objetivo. Para otros eso no está nada claro, ni siquiera está claro si existe tal sentido “objetivo”!!. Es para este grupo de personas el que yo comparto esta afirmación: si no hay (o no encontramos) sentido objetivo no nos queda más que resignarnos a vagar sin sentido por el camino de la vida… o dárselo nosotros mismos como bien podamos.

La multiplicidad de sentidos.

No hay que ser tan categóricos: Debemos tener en cuenta que podemos dar muchos sentidos diferentes a nuestra vida y en diferentes momentos de ésta; por lo tanto, no planteo aquí un sentido definitivo, sino más bien uno posible de muchos posibles pero que, si pensamos un poco, tiene algo de especial, de diferente que nos hace cuestionarnos hasta donde llega su importancia. De esta forma lo trataremos como un sentido más entre una multiplicidad de sentidos.

Una observación rápida: ¿qué quiere decir “sentido”?

Aquí, en mi exposición, no es más que una finalidad, una meta que hace que el contenido de nuestra vida nos resulte valioso. Un sentido (o meta o finalidad) puede ser grande o pequeño, particular o universal, egoísta o generoso… etc.

Vayamos a lo que nos importa: el AMOR.

Preguntarnos sobre que es el amor realmente, cual es su esencia (incluso si la tiene!) es un ejercicio importantísimo pero desmesurado para lo que pretendemos aquí. Así pues, para ahorrarnos tal esfuerzo titánico nos limitaremos a una determinada perspectiva del amor (tan respetable como discutible): el amor de pareja visto desde la perspectiva de amor como un sentido (esencial) de la vida.

Amor como sentido de la vida.

Antes de considerarlo como sentido de la vida preguntémonos: ¿el amor puede ser una finalidad en sí mismo?, ¿es posible amar por el mero hecho de amar? ¿el sentido del amor es él mismo?... Particularmente pienso que no, amar por el mero hecho de amar (y permitidme el juego de palabras) no tiene SENTIDO!. Es un sentimiento espontáneo, natural, pero a la vez dirigido, dirigido hacia alguien… ¿por qué?... pues seguramente por muchas razones, unas biológicas y otras psicológicas pero a mi me interesa una en particular y es la que quiero desarrollar: porque el amor puede ser una manera de dar sentido a nuestra vida y ojo!: es un sentido que damos nosotros!!!.

El amor y la vida.

La vida, como ejercicio de la propia existencia, no es solo un yo que pulula por el mundo, también hay en el mundo un él, un ellos, un vosotros, y lo que más nos interesa ahora: un TÚ. Es cuando comprendemos esto cuando podemos aceptar la circunstancia de que el amor, como sentimiento interior que se manifiesta en el exterior, cobra todo su significado, importancia y razón de ser en los demás, y en este caso, en un TÚ. Así pues, el amor necesita de la vida y no solo de la vida propia sino de la vida de los demás… y quién sabe! a lo mejor la vida también necesita del amor… sería una interesante reflexión…

El sentido del amor como sentido de la vida.

Cogiendo el amor por sí mismo nos es difícil encontrarle sentido pero si lo consideramos en relación a la vida y como sentido de ella… el amor cobra sentido!: el amor tiene sentido como amor a otra persona, a un TÚ; tiene sentido como ejercicio dirigido a otra persona dentro del ejercicio del propio vivir. Es así como se vuelve un ejercicio capaz de ser comprendido y respetado y admirado... y sentido (de sensibilidad).

Indagando el este sentido del amor…

Considerado en relación a la vida como su sentido, el sentido del amor, pues, se puede considerar como amar a otro, a un TÚ. Pero esto, en principio, no nos aporta información nueva, original… o sí?… entonces ¿el qué? Pues que este “amar a un “” se manifiesta de una forma, se ama de una determinada “manera”!

Ojo al dato.

Acabamos de encontrarnos con algo importantísimo: necesitamos reflexionar sobre esta manera y lo más importante, elegir que manera será aquella forma de manifestar nuestro amor… he aquí un sentido, una meta previa que hemos de alcanzar antes de considerar al amor hacia una persona como sentido de la vida.

La “manera” de amar.

Somos libres de elegir esta manera, así como somos libres de elegir que el amor sea uno de los sentidos de nuestra vida. Pero para elegir esta manera, antes hemos de reflexionar sobre ella y comprender que siempre tendrá que ser la conjunción de la búsqueda de un bienestar del yo y a la vez la búsqueda de un bienestar del TÚ.

El valor de las “maneras” de amar.

El amor no es absolutamente desinteresado parece ser. Necesitamos cierto equilibrio entre lo que damos y recibimos… la pregunta es: siguiendo un modelo ideal del amor: ¿pierde su valor el amor en cuanto nos damos cuenta de que contiene un componente individual, personal, “egoísta”? En absoluto. Humildemente, creo que ocurre precisamente lo contrario:

Del “egoísmo” a la “generosidad”.

El valor de este ejercicio de conjunción entre lo egoísta y lo generoso está en el hecho de que el yo que ama intenta ir más allá de sí mismo, se esfuerza por no centrarse SÓLO en si mismo, y busca el bienestar del ser amado, del . Según la manera de amar que elija el yo, según sus circunstancias y según la importancia que éste otorgue a ambas podemos llegar a considerar que el acto de amar va más allá de muchos otros actos de la vida para convertirse en uno de los grandes sentidos, metas y finalidades de ella, de nuestra vida!

Concluyendo:

Esta es sin duda la parte más personal de esta explicación y permitidme la licencia de ser lo más expresivo (subjetivo en este caso) posible: he aquí una realidad posible, una bonita verdad, a saber: Amar a un “TÚ” es vivir con sentido y éste es, a su vez, el sentido de ese vivir… Amar como enriquecimiento propio, como enriquecimiento mutuo, como enriquecimiento global de la vida… enriquecimiento amoroso como sentido de la vida

Podemos cuestionar todo lo escrito anteriormente. Desmenuzarlo, atacarlo y triturarlo… no es más que una perspectiva de la vida, pero una perspectiva que, salvando ciertas limitaciones, puede ser hermosa, sincera y llena de significado...

Muchas Gracias.

*Dedicado a ti, que eres mi inspiración, mi luz y la consecuencia del sentido de mi ejercicio de vivir. Pase lo que pase en el futuro siempre te estaré agradecido y procuraré saldar mi deuda como bien pueda. Te quiero.

“amarte a Ti es mi Don... aMarta va esta canción…”